Las rabietas y berrinches son comportamientos comunes en niños pequeños, especialmente durante los primeros años de vida.
A medida que los niños aprenden a manejar sus emociones y desarrollan habilidades de comunicación, es normal que experimenten episodios de frustración y descontento que se manifiestan a través de rabietas.
Estas explosiones emocionales pueden ser desafiantes y a menudo desconcertantes para los padres y cuidadores.
En este artículo te ofrecemos una visión más clara sobre cómo manejar estos comportamientos gracias al doctor Juan Francisco Lozano, Pediatra del Desarrollo y Comportamiento, quien nos comparte las principales causas de estos episodios, los factores que los desencadenan, y las mejores prácticas recomendadas para gestionarlos y prevenirlos.
Causas de las rabietas y berrinches
El doctor Lozano explicó que las rabietas y berrinches en niños pequeños son comportamientos comunes y normales.
“Las rabietas y berrinches son una forma de expresión que los niños pequeños utilizan para manifestar su frustración o descontento”.
“Estas explosiones emocionales suelen ocurrir porque los niños aún no han desarrollado completamente sus habilidades de comunicación y autorregulación emocional”, mencionó.
Asimismo, destacó varios factores que contribuyen a la aparición de rabietas tales como:
- Edad y desarrollo: Los niños pequeños están en una etapa donde están aprendiendo a comprender y manejar sus emociones.
- Falta de habilidades comunicativas: La incapacidad para expresar lo que sienten o necesitan puede llevar a la frustración.
- Factores ambientales: Cambios en el entorno o en la rutina diaria pueden desencadenar rabietas.
“El entorno juega un papel crucial en el comportamiento de los niños. Un cambio repentino en su rutina puede ser suficiente para desencadenar un berrinche”, afirmó el doctor.
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Estrategias para manejar las rabietas
El Dr. Lozano enfatizó la importancia de fomentar una buena comunicación y utilizar el refuerzo positivo para enseñar a los niños comportamientos adecuados.
“Elogiar los buenos comportamientos y enseñar a los niños a expresar sus emociones de manera apropiada es importante para su desarrollo emocional”, comentó.
Aunado a esto, el doctor sugirió varias estrategias efectivas:
- Mantener la calma: Es fundamental que los padres y cuidadores mantengan la calma durante una rabieta. Su reacción puede influir en la duración y la intensidad del berrinche.
- Establecer límites claros: Los niños necesitan saber qué comportamientos son aceptables y cuáles no.
- Ofrecer Opciones: Darle al niño opciones puede ayudar a reducir su frustración. Ofrecer opciones en lugar de órdenes puede darle al niño una sensación de control.
- Tiempo de Espera: Utilizar el tiempo de espera de manera efectiva puede ayudar a los niños a calmarse. Sin embargo, es importante que el tiempo de espera no se utilice como castigo, sino como una oportunidad para que el niño se tranquilice.
Finalmente, el pediatra compartió algunos consejos prácticos para prevenir las rabietas:
- Establecer rutinas: Mantener una rutina diaria consistente puede ayudar a los niños a sentirse seguros y reducir la probabilidad de rabietas.
- Anticipar situaciones: Prever situaciones que puedan desencadenar una rabieta y preparar al niño con anticipación.
- Proporcionar atención positiva: Dedicar tiempo de calidad a jugar y hablar con el niño puede prevenir sentimientos de frustración y abandono.
Con paciencia, comprensión y las estrategias adecuadas, los padres y cuidadores pueden ayudar a los niños a aprender a manejar sus emociones de manera efectiva.
“Entender las causas de las rabietas y saber cómo manejarlas puede marcar una gran diferencia en el bienestar emocional de los niños y en la dinámica familiar”, concluyó el doctor.
Juan Francisco Lozano
Es Pediatra del Desarrollo y Comportamiento con entrenamiento en manejo de trastornos del neurodesarrollo y problemas del comportamiento. Realizó su residencia de Pediatría en el Children’s Hospital de Michigan y posteriormente la subespecialidad en Nationwide Children’s Hospital de Columbus, Ohio.
Actualmente, es director de la Clínica de Síndrome Down del Instituto de Pediatría del Hospital Zambrano Hellion, y atiende a sus pacientes en el mismo hospital.
